domingo, 28 de septiembre de 2008

PARADAS

Una tarde de esas cualesquiera a eso de las 6:10 p.m. tomé en bus Guayabal 142 en el centro de Medellín, en el cual un niño de aproximadamente 12 años saltó la registradora, mencionó unas palabras y se puso a cantar; era una canción ajena a mis oídos (pues no me gusta la música popular). Pero mis ojos se habían quedado flechados en aquel infante que parecía una marioneta cuando le mueven los hilos. Al terminar la canción, extraña para mi, dijo: “Toda persona de buen corazón que me desee colaborar con una monedita Dios se lo agradecerá”

Mientras recorría asiento por asiento con brazos extendidos y manos abiertas, algunos pocos que estábamos en el bus compartimos algo de lo que llevábamos con dicho personaje. Así pues que le regalé la ultima moneda que me acompañaba en el bolsillo izquierdo de la sudadera.

Era día de amor y amistad, y a pesar de no estar con mi madre en mí cabeza solo retumbaban dudas y preocupaciones por el bienestar de aquel pequeño, -“¿Qué será del niño al salir del bus?”-, y no sé porque solo en eventos como este medito un tiempo, y doy cuenta de las muchas veces que he sido mal agradecido con lo que tengo.

Es necesario chocar con imágenes un poco tristes o conmovedoras para vernos a nosotros mismos. El inconveniente es que la gran mayoría olvidamos a los pocos minutos ese encuentro con el espejo que nos señala, que nos deja indefensos, sin mascaras, desnudos a lo que en verdad sentimos.

Recomendados:

http://www.youtube.com/watch?v=wedSnuNheio
http://www.youtube.com/watch?v=wxW8cYRxPe0

El texto está dirigido a todos los lectores amantes de las pequeñas historias del común, el autor describe como su percepción extracorpórea en la comunicación se convierte en un juego de emociones invisibles.Un hecho de la vida diaria desencadena un rio de reflexiones y pensamientos, así podríamos resumir éste texto, en el cual un niño dentro de un bus pide dinero; dicha imagen se convierte en el motor de meditaciones que cargan consigo sensibilidades personales que surgen frente a situaciones que se creen injustas o dolientes
Nunca esperes ver imágenes tristes, simplemente busca en tí la esencia que te caracteriza y haz frente a los inconvenientes con fuerza y valentía, no temas a ser quien eres, no temas expresar lo que sientes y por nada del mundo deja de creer en la fuerza de voluntad, la esperanza y el amor.

Joan Camilo Piedrahita Mejía
20 de septiembre de 2008

viernes, 12 de septiembre de 2008

El fragmento pérdido

Es frustrante saber que la imagen ideal que te habías planteado para un grupo de amigos no se esté cumpliendo, y tengo la certeza de que ustedes entienden a lo que me refiero, como saben, una que otras veces nos hieren las acciones de los nombrados personajes que aunque sean de manera consciente o inconsciente aminoran al otro, una expresión, una mirada, un reclamo, un desprecio.

¿Por qué les hacemos daño a otros?
Dañamos para “sentirnos libres”, superiores, vernos como aquel Dios que nunca pudo existir, es del hombre la crueldad, la fascinación por el sufrimiento ajeno, tratando de esconder en un humilde gesto las perversiones que lo acompañan desde adentro.

Una de las tantas tardes en que estaba con mis amigos un personaje T se sintió ofendido por mi juego de palabras, de manera inmediata capte el mensaje como dicen por ahí, y tuve la plena disposición para pedir disculpas, pero un rechazo rotundo e hiriente fue lo que conseguí, no supe que hacer en ese momento, quizás salir corriendo y repetirle mis disculpas (que en el fondo no las consideraba como tal), pero solo miré como el personaje citado huía de aquel momento y hacía de mí algo inexistente, aparte, sin forma, sin vida, sin alma u orgullo alguno.

¿Tan mal me haría sentir?
En mi interior había emociones encontradas; de burla tal vez por la susceptibilidad de aquel personaje, de tristeza porque sentía que había herido a quien considero un amigo y sin pensarlo el miedo a perder una amistad que no sé cómo ni porqué para mí se había convertido en algo importante.

Un rechazo nos pone tristes, un abrazo mitiga nuestro dolor, los regaños que van disfrazados de caricias, las peleas que enriquecen el ardiente valor, los juegos y piruetas que recobran nuestra infancia en un segundo cinético que parece un leve adiós.

Este relato describe como el autor en algún momento de su vida se hace inexistente; una realidad que no hemos aceptado aún, como los escritos referente a los sentimientos, éste quiere tocar a todos los lectores, ya que como seres sociales que somos en algún momento de nuestras vida compartimos dichas emociones. No tiene espacios definidos, debido al número casi ilimitado de veces en que sucedieron dichos encuentros.

Recomendado:
Escucha, observa y aprende!
http://www.youtube.com/watch?v=t_jtQUO1NgY

Joan Camilo Piedrahita Mejía.

lunes, 1 de septiembre de 2008

A quien nunca conocí.


Todas las mañanas veo presente tu rostro,
veo ausente tu cariño.
Pero no puedo ver el amor que tienes escondido
solo dime...

Con tus ojos mira más allá del sufrimiento,
mira tan profundo como pozo alguno,
no creas que te quiero,
solo piensa que es así.

¡NURIA…!

Qué bello es tenerte…
…Tenerte en mi mente, en lo más íntimo del pensamiento, esa parte amorfa de la que todos esperamos nos sea útil alguna vez. Me deleita tu ausencia, porque siento de verdad que me haces falta, es el dolor de tu rechazo lo que me hace quererte cada día más.
No hay forma de que yo pueda olvidarte, no hay forma de que olvide lo que no he conocido, pero cuando intento olvidarte te vuelvo a encontrar, cuando duermo apareces en mis sueños como una fotografía creada por colores traslucidos, intento darte color para adentrarte en mi exaltado y rojo corazón, porque vuelvas a mi mundo yo daría lo que fuera.
Los recuerdos y el silencio marcan los pasos de tu voz ahogada. Es la ausencia de un amor correspondido a medias, donde el abrazo húmedo hace sobre mí cosquillas de una amistad permitida por el corazón.

La poesia como medio de aprehensión del sentimiento nostálgico e inverosimil del amor. Este poema sucita la creación artistica del autor para referirse a un amor nunca conocido.

Autoria :
Joan Camilo Piedrahita Mejía
Estudiante de Medicina/ Univerdidad de Antioquia
Abril 18/2008

Apertura

Los sentimientos son esos pequeños impulsos de emociones, atracciones de cuerpos invisibles que se retroalimentan por una singular descarga de aprecio y cariño nunca antes visto. Son las capacidades que nos permiten reaccionar de manera “eficiente” a los eventos de la vida diaria.

Cada uno es apto de descifrar lo que lleva dentro, pues es necesario intentar sumergirnos en el lago de nuestros recuerdos para interpretar y apelar con ellos lo que en el cuerpo y mente se espera mediar. Encontrarnos a nosotros mismos es quizás una de las tareas más difíciles, pues casi “por naturaleza” tendemos a negar aquello que sentimos de verdad.

Por muy buenos o malos que seamos siempre necesitaremos entablar relaciones con nuestros semejantes, una forma de disfrutar la vida, de hacer más amena las comunicaciones humanas.

Joan Camilo Piedrahita Mejía.
Universidad de Antioquia
Facultad de Medicina
Comunicación II