lunes, 23 de marzo de 2009


Cae del cielo la incesante lluvia
Lagrimas rotas sin dirección
Frio que despliegas en alborada ayuna
De ríos y campos en ardiente acción.

Recuerdo de aquella tarde; haber corrido entre charcos de agua, respirado la humedad con calma al igual que los olores que despiertan mantras, ya tranquilo, en la cama del alma me dispuse a comer un helado para reposar la marcha.

Durante el recorrido me sentí sereno, pues me acompañaba un hijo de aquellos que te anuncian sueños. Caminando por las piedras del olvido llegamos sanos al museo del Olimpo, donde me esperaban los hijos de Hefesto (artesano de los dioses y modelo del fuego), creadores de cuentos y gracejos que hacen de los desocupados un tremendo festejo.

Ya reunidos los héroes, esperamos a nuestra atena para adentrarnos en aquel viejo templo de sabiduría. Ver para sentir, agudizar nuestros cristales de colores oscuros para dar sinergismo a las puertas celulares de nuestro organismo, estimulando a su vez las descargas cerebrales, conocidas hoy en la ciencia que nos olvidó, como sinapsis. Saltamos de sala en sala apreciando los distintos elementos que allí se encontraban expuestos, disfrutando de sus atuendos y detallados diseños.

Algunas esculturas conmemoraban las aventuras de nuestros implacables ancestros; Afrodita, esculpida con finura y tranquilidad tardía, nacida de la espuma y diosa del amor, ¿dime hermana mía, quien te querría en la desolada tierra sin paz y alegría?, el grupo de héroes aun despiertos daban gracias por la ausencia de Morfeo, que como buen aguafiestas incitaba al sueño.

Puedo citar de aquellos personajes: Gladiadores excepcionales que daban la impresión de ser moles invencibles de músculo y hueso, basiliscos que daban la bienvenida a un pasaje secreto de cuentos furtivos, imágenes de artesanos de hace algunos años que moldeaban sus esculturas con algo más que sus manos y joyas de barro de algún grupo indígena que jamás será olvidado.



Joan Camilo Piedrahita Mejía
Literatura / Udea

1 comentario:

jusn cueto dijo...

Es increible como alguien pueda escribir algo tan profundo y a la vez interesante, algo tan real y a la vez tan fantastico, el juego de palabras que le dan vida a un momento tan pequeno que muchos lo miramos por delante sin observar la belleza que hay en ese bello pedacito de el gran regalo que llamamos vida.
Lo que escribiste es digno de un escritor, tu te mereces ese honor ya que has pasado todas las espectativas y hasta mas.
ATT JUANCHITO