domingo, 16 de noviembre de 2008

Utopía de un encuentro


Mi teléfono celular liberaba desde su reproductor de audio, un sonido capaz de romper el poderoso abrazo de Morfeo. Era la alarma que marcaba en su pantalla la hora propicia para despertar, las 6:00 a.m. del 07 de octubre de 2008. Justo ese día una hora más tarde, fuimos citados los estudiantes de medicina e instrumentación quirúrgicas en la Facultad de Medicina para emprender un viaje, que sería tal vez el más emocionante de todo el año, y que no se repetiría sino en los próximos 365 días.


La emoción por llegar a tiempo era insistente, por lo tanto emprendí la caminata de forma inmediata al punto de encuentro, y al llegar me impresioné un poco, porque por primera vez veía como el juego de manos, las sonrisas, los abrazos, y la alegría de la juventud se unían para integrar fuertes descargas de emociones que colmaban el lugar de confianza y tranquilidad. Todos estábamos a la espera,… a la espera…, de aquella grande y poderosa máquina que sería capaz de transportarnos a ese lugar tan anhelado en pocos minutos.


La brisa corría fresca y libre, humectando cada minúscula porción de nuestro cuerpo casi medio desnudo. Pero la compañía, la camaradería, y el roce entre los cuerpos invisibles proporcionaban el calor necesario para nuestro bienestar. Al llegar nuestra añorada máquina, uno a uno en la amenidad del ambiente fuimos formando dos largas filas, para ingresar al cuerpo de la panguea.
Ya adentro del viejo automotor, parecíamos niños hambrientos de diversión, que esperábamos sacar de nuestras entrañas los comportamientos más primitivos, sin el temor de ser señalados. Gritos, risas, y flashes de cámaras se acoplaban para simular enfrentamientos entre bandos vecinos en minúsculos campos de concentración militar.


Cayeron lágrimas del mar flotante, que bañaron con su fría y cristalina sustancia el edén mejor decorado, muchos se sintieron decepcionados porque en los años anteriores ocurría lo mismo, una especie de confabulación en contra del astro incandescente que es tan deseado en eventos como éste.


Al llegar a la finca, se respiraba un nuevo aire; más puro, más apacible, más encantador, o por lo menos no tan depravado como el de la ciudad. Muchos al tocar la tierra prometida, iniciaron caminatas de exploración para dilucidar el lugar; gozaban del olor del campo, de los tonos verdosos del pasto, del sonido producido por insectos, y la majestuosidad de los juegos y concursos que se programaron para nuestro encuentro, en donde la hiperactividad, la competencia y la recreación se unían para regalarnos momentos de completa diversión.
Mirando desde arriba las gentes simulaban ser hormigas agazapadas por el juego, el azar, el licor, y la música. Incluso se podrían haber realizado desde distintas percepciones obras teatrales que presentaran la entropía de aquellas odiseas.
A medida en que ganamos confianza con otros, las relaciones humanas se hacen más amenas, sin vacilaciones y con poca restricción en lo que hacemos y pensamos. Una expresión artística enmarcada por la inocencia y el goce de nuestra infancia aun intacta.


El autor relata la historia de un viaje, y de manera poética describe los acontecimientos que enmarcan los encuentros de jóvenes apasionados aún por su infancia.

Joan Camilo Piedrahita Mejìa

miércoles, 8 de octubre de 2008

Desprecio Proclamado

De madrugada a eso de las 1:30, el 18 de octubre de 2008, me encontraba en un estadero con mis amigos de la pensión apodado la Finquita esperando pasar un momento agradable, entre chistes, risas, cervezas y baile se tornaba en nuestra mesa un aire juvenil, risueño y solemne. En otras mesas nos acompañaban; dos jóvenes de aproximadamente 24 años cada uno, con tan solo una cerveza pasaron hablando y discutiendo un poco sobre filosofía y religión (una extraña combinación que confieso me gusta mucho). En otra mesa se encontraba una pareja de amantes, lo digo porque ya me he acostumbrado al igual que muchos a ver de manera un poco perversa las acciones que se hacen a escondidas.

Quienes atendían el restaurante –bar era un señor y su hijo, aquel señor se pintaba de sabio con su ropaje del todo blanco a excepción del jean, hasta su cabello coloreaba la experiencia de aquel pensador. Aproximadamente a las 2:00 a.m. llegó, como se dice vulgarmente, una gallada de “amigos”. En este peculiar grupo que se adentraba a nuestro espacio ya aireado por la tranquilidad y goce del lugar se hacían notar de manera un poco extraña 2 mujeres.
Una de ellas a quien le apellidé W, se dirigió con aires de mando y poderío al dueño del local, diciendo: ¡Quite esa música que es de viejitos, ponga una de jóvenes! (señalándose así misma), de manera inmediata, como es obvio el dueño se sintió ofendido, y en su trabajo de satisfacer al cliente como lo venía haciendo, al parecer no tuvo más remedio que cambiar la música.


Desde pequeño me he cuestionado acerca de las múltiples interpretaciones que se dan respecto a la edad y el comportamiento. Para mi es joven quien sabe hacer de su vida algo agradable sin hacer perjuicio o daño a los demás, creo que el comportamiento no va ligado a la edad, sino a la “madurez” intelectual, entendida madurez como la comprensión de ver la vida con la seriedad con que jugamos cuando éramos niños. W se ensalzaba así misma repitiendo: “yo pago”, queriendo ser superior, por lucir sus 15 segundos de fama, aparentando ser la dueña y reina del lugar, pensando en que las limosnas que daría repararían al arduo trabajo de aquel sabio y su hijo. Aunque para los hombres que la acompañaban podría ser una mujer bonita y agradable, para mí se había convertido en un ser fastidioso e insoportable, además de ser una vieja y amargada "mujer" atrapada en una estatua que no sabría describir, un ogro disfrazado de mujer que hace de las relaciones humanas algo pesado.

El autor expresa su desconcierto y fastidio por un personaje W que atrofia su espacio de armonía en algo pesado e insoportable, describe el desprecio por aquellos seres grotescos que siembran el odio, de esos que empujan pa’ tras y que no quisiera admitir en su base de datos.
En el pequeño texto (crónica), el autor describe un sentimiento que muchas personas quizás han sentido, a través de una vivencia que tiene como escena una reunión de amigos en un restaurante-bar. En el texto se nota como el autor, a veces, se convierte en espejo del lector en general, haciendo de éste un personaje anónimo.

domingo, 28 de septiembre de 2008

PARADAS

Una tarde de esas cualesquiera a eso de las 6:10 p.m. tomé en bus Guayabal 142 en el centro de Medellín, en el cual un niño de aproximadamente 12 años saltó la registradora, mencionó unas palabras y se puso a cantar; era una canción ajena a mis oídos (pues no me gusta la música popular). Pero mis ojos se habían quedado flechados en aquel infante que parecía una marioneta cuando le mueven los hilos. Al terminar la canción, extraña para mi, dijo: “Toda persona de buen corazón que me desee colaborar con una monedita Dios se lo agradecerá”

Mientras recorría asiento por asiento con brazos extendidos y manos abiertas, algunos pocos que estábamos en el bus compartimos algo de lo que llevábamos con dicho personaje. Así pues que le regalé la ultima moneda que me acompañaba en el bolsillo izquierdo de la sudadera.

Era día de amor y amistad, y a pesar de no estar con mi madre en mí cabeza solo retumbaban dudas y preocupaciones por el bienestar de aquel pequeño, -“¿Qué será del niño al salir del bus?”-, y no sé porque solo en eventos como este medito un tiempo, y doy cuenta de las muchas veces que he sido mal agradecido con lo que tengo.

Es necesario chocar con imágenes un poco tristes o conmovedoras para vernos a nosotros mismos. El inconveniente es que la gran mayoría olvidamos a los pocos minutos ese encuentro con el espejo que nos señala, que nos deja indefensos, sin mascaras, desnudos a lo que en verdad sentimos.

Recomendados:

http://www.youtube.com/watch?v=wedSnuNheio
http://www.youtube.com/watch?v=wxW8cYRxPe0

El texto está dirigido a todos los lectores amantes de las pequeñas historias del común, el autor describe como su percepción extracorpórea en la comunicación se convierte en un juego de emociones invisibles.Un hecho de la vida diaria desencadena un rio de reflexiones y pensamientos, así podríamos resumir éste texto, en el cual un niño dentro de un bus pide dinero; dicha imagen se convierte en el motor de meditaciones que cargan consigo sensibilidades personales que surgen frente a situaciones que se creen injustas o dolientes
Nunca esperes ver imágenes tristes, simplemente busca en tí la esencia que te caracteriza y haz frente a los inconvenientes con fuerza y valentía, no temas a ser quien eres, no temas expresar lo que sientes y por nada del mundo deja de creer en la fuerza de voluntad, la esperanza y el amor.

Joan Camilo Piedrahita Mejía
20 de septiembre de 2008

viernes, 12 de septiembre de 2008

El fragmento pérdido

Es frustrante saber que la imagen ideal que te habías planteado para un grupo de amigos no se esté cumpliendo, y tengo la certeza de que ustedes entienden a lo que me refiero, como saben, una que otras veces nos hieren las acciones de los nombrados personajes que aunque sean de manera consciente o inconsciente aminoran al otro, una expresión, una mirada, un reclamo, un desprecio.

¿Por qué les hacemos daño a otros?
Dañamos para “sentirnos libres”, superiores, vernos como aquel Dios que nunca pudo existir, es del hombre la crueldad, la fascinación por el sufrimiento ajeno, tratando de esconder en un humilde gesto las perversiones que lo acompañan desde adentro.

Una de las tantas tardes en que estaba con mis amigos un personaje T se sintió ofendido por mi juego de palabras, de manera inmediata capte el mensaje como dicen por ahí, y tuve la plena disposición para pedir disculpas, pero un rechazo rotundo e hiriente fue lo que conseguí, no supe que hacer en ese momento, quizás salir corriendo y repetirle mis disculpas (que en el fondo no las consideraba como tal), pero solo miré como el personaje citado huía de aquel momento y hacía de mí algo inexistente, aparte, sin forma, sin vida, sin alma u orgullo alguno.

¿Tan mal me haría sentir?
En mi interior había emociones encontradas; de burla tal vez por la susceptibilidad de aquel personaje, de tristeza porque sentía que había herido a quien considero un amigo y sin pensarlo el miedo a perder una amistad que no sé cómo ni porqué para mí se había convertido en algo importante.

Un rechazo nos pone tristes, un abrazo mitiga nuestro dolor, los regaños que van disfrazados de caricias, las peleas que enriquecen el ardiente valor, los juegos y piruetas que recobran nuestra infancia en un segundo cinético que parece un leve adiós.

Este relato describe como el autor en algún momento de su vida se hace inexistente; una realidad que no hemos aceptado aún, como los escritos referente a los sentimientos, éste quiere tocar a todos los lectores, ya que como seres sociales que somos en algún momento de nuestras vida compartimos dichas emociones. No tiene espacios definidos, debido al número casi ilimitado de veces en que sucedieron dichos encuentros.

Recomendado:
Escucha, observa y aprende!
http://www.youtube.com/watch?v=t_jtQUO1NgY

Joan Camilo Piedrahita Mejía.

lunes, 1 de septiembre de 2008

A quien nunca conocí.


Todas las mañanas veo presente tu rostro,
veo ausente tu cariño.
Pero no puedo ver el amor que tienes escondido
solo dime...

Con tus ojos mira más allá del sufrimiento,
mira tan profundo como pozo alguno,
no creas que te quiero,
solo piensa que es así.

¡NURIA…!

Qué bello es tenerte…
…Tenerte en mi mente, en lo más íntimo del pensamiento, esa parte amorfa de la que todos esperamos nos sea útil alguna vez. Me deleita tu ausencia, porque siento de verdad que me haces falta, es el dolor de tu rechazo lo que me hace quererte cada día más.
No hay forma de que yo pueda olvidarte, no hay forma de que olvide lo que no he conocido, pero cuando intento olvidarte te vuelvo a encontrar, cuando duermo apareces en mis sueños como una fotografía creada por colores traslucidos, intento darte color para adentrarte en mi exaltado y rojo corazón, porque vuelvas a mi mundo yo daría lo que fuera.
Los recuerdos y el silencio marcan los pasos de tu voz ahogada. Es la ausencia de un amor correspondido a medias, donde el abrazo húmedo hace sobre mí cosquillas de una amistad permitida por el corazón.

La poesia como medio de aprehensión del sentimiento nostálgico e inverosimil del amor. Este poema sucita la creación artistica del autor para referirse a un amor nunca conocido.

Autoria :
Joan Camilo Piedrahita Mejía
Estudiante de Medicina/ Univerdidad de Antioquia
Abril 18/2008

Apertura

Los sentimientos son esos pequeños impulsos de emociones, atracciones de cuerpos invisibles que se retroalimentan por una singular descarga de aprecio y cariño nunca antes visto. Son las capacidades que nos permiten reaccionar de manera “eficiente” a los eventos de la vida diaria.

Cada uno es apto de descifrar lo que lleva dentro, pues es necesario intentar sumergirnos en el lago de nuestros recuerdos para interpretar y apelar con ellos lo que en el cuerpo y mente se espera mediar. Encontrarnos a nosotros mismos es quizás una de las tareas más difíciles, pues casi “por naturaleza” tendemos a negar aquello que sentimos de verdad.

Por muy buenos o malos que seamos siempre necesitaremos entablar relaciones con nuestros semejantes, una forma de disfrutar la vida, de hacer más amena las comunicaciones humanas.

Joan Camilo Piedrahita Mejía.
Universidad de Antioquia
Facultad de Medicina
Comunicación II

miércoles, 20 de agosto de 2008

Preproyecto

Mi pregunta de proyecto:

¿Cómo me comunico con los sentimientos ajenos?

¿Cómo haré para resolver esta pregunta?

Para resolverlo usaré dos métodos: El presencial y de larga distancia.
En larga distancia describiré algunas de las conversaciones que tenga con tres (3) de mis amigos por teléfono y por el chat.
A manera de crónica espero poder moldear todas las ideas que se me ocurran para complementarlas con la vivencia emocional que pueda experimentar al hacer este ejercicio.

¿De dónde obtendré la información?


-Por medio de la observación, atención, comprensión y la vivencia con el otro.
-Revisando diversas bibliografías referentes al tema de los sentimientos y la diversidad emocional interpersonal.
-Por medio del debate con mis amigos aspiro recolectar suficiente información para ordenar y describir los temas que en éste trabajo serán expuestos.


¿Por qué esta pregunta?


Siempre me ha parecido muy interesante mis relaciones con el ambiente, un tipo de simbiosis que enmarca un sin número de emociones que se trasladan al interior de lo que a veces espero o no ser.Es la mirada del yo que en mi no puedo encontrar y que de cierta manera veo reflejada en el otro.

Joan Camilo Piedrahita Mejía.
Universidad de Antioquia
Facultad de Medicina
Comunicación II